Aprender es un comportamiento aprendido - Ulrich Boser
Muchas presonas creen equivocadamente que la habilidad para aprender es una cuestión de inteligencia. Para ellos, aprender es un rasgo inmutable como el color de los ojos, simplemente suerte de la genética. Las personas nacen aprendices o no, el pensamiento continúa. ¿Entonces para qué tomarse la molestia de mejorar en esto?
Y es por esto que muchas personas tienden a abordar el tema de aprendizaje sin mucho foco. Ellos no piensan mucho sobre cómo desarrollarán un área de maestría. Usan frases como "la práctica hace la perfección" sin realmente considerar la estrategia de aprendizaje en juego. Es una expresión notablemente mal definida después de todo. ¿Significa práctica repetir la misma habilidad una y otra vez? ¿Requiere retroalimentación la práctica? ¿Debería ser dura la práctica? ¿O debería ser divertida?
Un cuerpo de investigación en aumento está aclarando que los aprendices se hacen, no nacen. A través del uso deliberado de la práctica y estrategias dedicadas a mejorar nuestra habilidad para aprender, podemos desarrollar experticia más rápido y más efectivamente. En resumen, todos podemos mejorar en mejorar.
Aquí hay un ejemplo de un estudio que muestra cómo las estrategias de aprendizaje pueden ser más importantes que la inteligencia pura cuando se trata de ganar experticia. Marcel Veenman encontró que las personas que siguen de cerca su pensamiento destacarán más que otros que tienen niveles CI altos cuando se trata de aprender algo nuevo. Su investigación sugiere que en términos de desarrollo de maestría, enfocarse en cómo comprendemos es 15 puntos porcentuales más importante que la inteligencia innata.
Tres formas prácticas de desarrollar nuestras habilidades de aprendizaje basadas en la investigación:
Un enfoque específico de aprendizaje nos ayuda a enfrentar todos esos sentimientos molestos asociados con ganar experticia: ¿Soy lo suficientemente bueno? ¿Fracasaré? ¿Qué tal si estoy equivocado? ¿No hay algo que prefiera estar haciendo?
Mientras cierta auto-crítica es normal, el psicólogo de Stanford Albert Bandura dice que esa clase de emociones negativas pueden despojarnos rápidamente de nuestra habilidad para aprender algo nuevo. Además, estamos más comprometidos si desarrollamos un plan con objetivos claros. La investigación es abrumadora en este punto. Los estudios muestran consistentemente que las personas con objetivos claros superan a las personas con aspiraciones vagas como "hacer un buen trabajo". Al definir metas, las personas pueden gestionar sus emociones más fácilmente y lograr progreso con su aprendizaje.
La metacognición llega fácilmente a muchos expertos entrenados. Cuando un especialista trabaja sobre un tema, a menudo piensa mucho sobre cómo está enmarcado el problema. Con frecuencia tiene un buen sentido de si o no su respuesta parece razonable.
La clave, resulta, es no dejar esta clase de "pensar en pensar" a los expertos. Cuando se trata de aprender, uno de los problemas más grandes es que las personas no se involucran lo suficiente en metacognición. No se detienen para preguntarse si ellos realmente obtuvieron una habilidad o un concepto.
El problema, entonces, no es que algo entra por un oido y sale por el otro. El problema es que los individuos no se esfuerzan en pensar realmente en su forma de pensar.
En resumen, el aprendizaje se beneficia de la reflexión. Este tipo de reflexión requiere un momento de calma. Tal vez estamos escribiendo en silencio un ensayo en una esquina - o hablando con nosotros mismos mientras estamos en la ducha. Pero usualmente toma un poco de calma cognitiva, un momento de introspección silenciosa, para nosotros involucrarnos en cualquier clase de deliberación concentrada.
Dormir es un ejemplo fascinante de esta idea. Es posible que organicemos nuestro conocimiento mientras tomamos una siesta o dormimos profundamente. Un estudio reciente muestra que una buena noche de sueño puede reducir el tiempo de práctica en un 50%.
La idea de calma cognitiva también ayuda a explicar porqué es tan dificil ganar habilidades cuando estamos estresados o molestos o solos. Cuando los sentimientos surgen en nuestro cerebro, no podemos deliberar y reflexionar. Seguro, en algún tipo de situaciones dramáticas y de alto riesgo, podemos ser capaces de aprender algo básico como recordar un número telefónico. Pero para ganar comprensión, necesitamos algún estado de calma mental.
Las buenas noticias de todo esto - para individuos y para compañías que buscan ayudar a sus empleados a ser mejores - es que aprender es un comportamiento aprendido. Si aprende rápido no significa que es el más listo en la sala. Es que ha aprendido cómo aprender. Al organizar deliberadamente sus objetivos de aprendizaje, pensar en su pensar y reflexionar en su aprendizaje en tiempos oportunos, puede convertirse en un mejor estudiante también.
Ulrich Boser es Miembro Principal en el Center for American Progress, donde también fundó y dirige la iniciativa de la ciencia del aprendizaje.
Fuente: https://hbr.org/2018/05/learning-is-a-learned-behavior-heres-how-to-get-better-at-it#
Y es por esto que muchas personas tienden a abordar el tema de aprendizaje sin mucho foco. Ellos no piensan mucho sobre cómo desarrollarán un área de maestría. Usan frases como "la práctica hace la perfección" sin realmente considerar la estrategia de aprendizaje en juego. Es una expresión notablemente mal definida después de todo. ¿Significa práctica repetir la misma habilidad una y otra vez? ¿Requiere retroalimentación la práctica? ¿Debería ser dura la práctica? ¿O debería ser divertida?
Un cuerpo de investigación en aumento está aclarando que los aprendices se hacen, no nacen. A través del uso deliberado de la práctica y estrategias dedicadas a mejorar nuestra habilidad para aprender, podemos desarrollar experticia más rápido y más efectivamente. En resumen, todos podemos mejorar en mejorar.
Aquí hay un ejemplo de un estudio que muestra cómo las estrategias de aprendizaje pueden ser más importantes que la inteligencia pura cuando se trata de ganar experticia. Marcel Veenman encontró que las personas que siguen de cerca su pensamiento destacarán más que otros que tienen niveles CI altos cuando se trata de aprender algo nuevo. Su investigación sugiere que en términos de desarrollo de maestría, enfocarse en cómo comprendemos es 15 puntos porcentuales más importante que la inteligencia innata.
Tres formas prácticas de desarrollar nuestras habilidades de aprendizaje basadas en la investigación:
(1) Organizar sus objetivos
El aprendizaje efectivo con frecuencia se reduce a un tipo de gestión de proyectos. Con el fin de desarrollar un área de experticia, primero tenemos que definir objetivos alcanzables sobre lo que queremos aprender. Entonces debemos desarrollar estrategias que nos ayuden a lograr esos objetivos.Un enfoque específico de aprendizaje nos ayuda a enfrentar todos esos sentimientos molestos asociados con ganar experticia: ¿Soy lo suficientemente bueno? ¿Fracasaré? ¿Qué tal si estoy equivocado? ¿No hay algo que prefiera estar haciendo?
Mientras cierta auto-crítica es normal, el psicólogo de Stanford Albert Bandura dice que esa clase de emociones negativas pueden despojarnos rápidamente de nuestra habilidad para aprender algo nuevo. Además, estamos más comprometidos si desarrollamos un plan con objetivos claros. La investigación es abrumadora en este punto. Los estudios muestran consistentemente que las personas con objetivos claros superan a las personas con aspiraciones vagas como "hacer un buen trabajo". Al definir metas, las personas pueden gestionar sus emociones más fácilmente y lograr progreso con su aprendizaje.
(2) Pensar en pensar
La metacognición es crucial para el talento de aprender. Los psicólogos definen la metacognición como "pensar en pensar", y ampliamente hablando, la metacognición se trata de ser más observador sobre cómo sabe lo que sabe. Es una cuestión de plantearse a sí mismo preguntas como: ¿Realmente tuve esta idea? ¿Puedo explicarla a un amigo? ¿Cuáles son mis objetivos? ¿Necesito más conocimiento de fondo? ¿O necesito más práctica?La metacognición llega fácilmente a muchos expertos entrenados. Cuando un especialista trabaja sobre un tema, a menudo piensa mucho sobre cómo está enmarcado el problema. Con frecuencia tiene un buen sentido de si o no su respuesta parece razonable.
La clave, resulta, es no dejar esta clase de "pensar en pensar" a los expertos. Cuando se trata de aprender, uno de los problemas más grandes es que las personas no se involucran lo suficiente en metacognición. No se detienen para preguntarse si ellos realmente obtuvieron una habilidad o un concepto.
El problema, entonces, no es que algo entra por un oido y sale por el otro. El problema es que los individuos no se esfuerzan en pensar realmente en su forma de pensar.
(3) Reflexionar sobre su aprendizaje
Hay algo de contradicción en el aprendizaje. Resulta que necesitamos soltar nuestro aprendizaje para comprender nuestro aprendizaje. Por ejemplo, cuando salimos de un problema, con frecuencia pensamos más sobre un problema. Entre en una discusión con un colega, por ejemplo, y con frecuencia sus mejores argumentos llegan mientras está lavando los platos más tarde. Lea un manual de software y una buena cantidad de su comprensión puede llegar después de que cierra las páginas.En resumen, el aprendizaje se beneficia de la reflexión. Este tipo de reflexión requiere un momento de calma. Tal vez estamos escribiendo en silencio un ensayo en una esquina - o hablando con nosotros mismos mientras estamos en la ducha. Pero usualmente toma un poco de calma cognitiva, un momento de introspección silenciosa, para nosotros involucrarnos en cualquier clase de deliberación concentrada.
Dormir es un ejemplo fascinante de esta idea. Es posible que organicemos nuestro conocimiento mientras tomamos una siesta o dormimos profundamente. Un estudio reciente muestra que una buena noche de sueño puede reducir el tiempo de práctica en un 50%.
La idea de calma cognitiva también ayuda a explicar porqué es tan dificil ganar habilidades cuando estamos estresados o molestos o solos. Cuando los sentimientos surgen en nuestro cerebro, no podemos deliberar y reflexionar. Seguro, en algún tipo de situaciones dramáticas y de alto riesgo, podemos ser capaces de aprender algo básico como recordar un número telefónico. Pero para ganar comprensión, necesitamos algún estado de calma mental.
Las buenas noticias de todo esto - para individuos y para compañías que buscan ayudar a sus empleados a ser mejores - es que aprender es un comportamiento aprendido. Si aprende rápido no significa que es el más listo en la sala. Es que ha aprendido cómo aprender. Al organizar deliberadamente sus objetivos de aprendizaje, pensar en su pensar y reflexionar en su aprendizaje en tiempos oportunos, puede convertirse en un mejor estudiante también.
Ulrich Boser es Miembro Principal en el Center for American Progress, donde también fundó y dirige la iniciativa de la ciencia del aprendizaje.
Fuente: https://hbr.org/2018/05/learning-is-a-learned-behavior-heres-how-to-get-better-at-it#
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